Es un examen que se realiza por medio de un transductor de ultrasonido vaginal y se utiliza para observar el útero, los ovarios y el cuello uterino. Se introduce una sonda ecográfica en la vagina de la paciente, el cual esta conectado a una computadora y puede moverse suavemente para tener mejor vista a los órganos que se encuentran en la zona.
La ecografía transvaginal es un procedimiento en el que se introduce una sonda ecográfica a la vagina para tener una mejor visión sobre las zonas adyacentes. Aquel instrumento reproduce ondas de sonido que van expandiéndose en el interior de la pelvis a fin de crear ecos y componer un ecograma (en otras palabras, imagen por computadora). Además de revisar este órgano del aparato genital femenino, se examinan las trompas de Falopio, los ovarios y la vejiga.
Desde la etapa temprana del embarazo, el examen de ecografía transvaginal será capaz de ver si la vesícula gestacional está bien implantada. Se podrá apreciar el embrión y escuchar sus latidos, una experiencia única para la futura madre. En otros casos, se usa para saber si hubo pérdida espontánea de bebé o desarrollo de gestación ectópica (fuera del útero). De igual modo, se confirmará si se trata de un embarazo de gemelos.
Cuando pasen los primeros meses, los especialistas de nuestro centro ginecológico en Lima te dirán si has presentado cambios en el cuello uterino y podrían encontrar algunos rastros de parto prematuro. También estudiarán la morfología de la cabeza fetal y su posición, y tomarán especial atención en la localización de la placenta, aquella estructura que le da oxígeno y nutrientes al bebé en crecimiento. De aquella glándula surge el cordón umbilical, el cual contiene arterias y venas.
En las ecografías transvaginales, que duran normalmente de 10 a 30 minutos, se pueden descartar patologías y evaluar el estado del ciclo ovárico y endometrial, así como hacer recuentos foliculares —se emplea para valorar la reserva ovárica y determinar el nivel de fertilidad— que ayudarán a darle un diagnóstico a la mujer que se está sometiendo a este procedimiento. No tengas temor, desde ya te invitamos a realizarte esta prueba rápida en las manos de los mejores ginecólogos en Lima.
La sonda ecográfica, más conocida como transductor, es delgada y ha sido diseñada para no ocasionar molestias en la mujer. Esta se introduce suavemente en la vagina. El aparato cuenta con un grosor similar al de un tampón, por lo que no sentirás una invasión anormal cuando se aplique este método de exploración interna. El dispositivo alargado no es colocado directamente en la vagina, sino que el ginecólogo o ginecóloga lo cubre con una protección similar al condón y le echa un lubricante especial.
La ecografía transvaginal debería realizarse una vez al año tras advertir dolores pélvicos, sangrados abundantes o al descubrir una tumoración en el bajo vientre.
El chequeo preventivo también puede detectar lesiones iniciales de pólipos endometriales, miomas y su ubicación, quistes ováricos, endometriosis o daños por el cáncer de ovarios. Veamos las diferencias y similitudes entre estos males:
Los pólipos endometriales son neoplasias generalmente benignas que crecen en la pared interna del útero, comunes en mujeres con menopausia o en el término de ella. El tamaño de estos crecimientos puede variar en aquella cavidad femenina: pequeños como semillas o grandes como bolas de billar. Si bien la mayoría no se vinculan al cáncer, existen otros que sí. El riesgo se incrementa al consumir tamoxifeno —medicamento utilizado contra el cáncer de mama, durante un periodo de cinco años—, llevar a cabo terapias con hormonas, presentar afecciones genéticas o vivir con trastorno de obesidad.
Resulta crucial comunicarte con nuestro centro especializado, donde se ubican los mejores ginecólogos en Lima, si tienes sangrado menstrual prolongado, sangrado entre periodos o sangrado vaginal luego de la menopausia. No pasen por alto esos signos de alarma en caso de que tengan entre 20 y 40 años de edad.
Los miomas son neoplasias benignas del útero que suelen proliferar en los años de fertilidad. Antecedentes familiares de fibromas (tumores sobre la matriz) suelen ser factor de riesgo. Estos crecimientos se originan en una de cada cinco mujeres durante su vida fértil. Son pequeños, aunque tienen la capacidad de alcanzar tamaños considerables. Los síntomas más comunes varían entre el sangrado en la mitad de los periodos menstruales, la aparición de coágulos sanguíneos, menstruación que se extiende anormalmente, ganas frecuentes de miccionar, dolores pélvicos o dolor al mantener relaciones sexuales. Asimismo, la expansión de los miomas atrae bloqueos en vasos sanguíneos, anemia e infecciones urinarias. Incluso, en caso de que se encuentre encinta, los miomas pueden causar que dé a luz prematuramente. Si el mioma bloquea el canal de parto, será necesario practicar una cesárea.
Los quistes ováricos son sacos llenos de líquido que se forman en cada ovario. Aunque la mayoría de estos son inofensivos, requieren de una vigilancia especial. Si llegan a abrirse, causan síntomas graves, como dolor e hinchazón abdominal, pesadez o molestias debajo del ombligo. En otras oportunidades menos auspiciosas, el ovario podría desplazarse mediante una torsión por quistes. De ocurrir esto, la mujer experimentará náuseas, vómitos y dolor pélvico fuertísimo.
La endometriosis es una enfermedad crónica que se relaciona con un dolor grave durante la menstruación, las relaciones sexuales o al defecar y orinar. En el lado exterior del útero, empieza a crecer un tejido mucoso que dificulta el embarazo. Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), en un informe actualizado en marzo del 2023, esta afecta a aproximadamente 190 millones de mujeres y niñas en edad reproductiva de todo el planeta: al 10% del grupo poblacional. Como es trascendental detectar la endometriosis a tiempo, consulta en nuestros canales de contacto qué día puedes agendar una cita con ginecólogos especializados que pertenecen a nuestro centro médico.
Finalmente, el cáncer de ovarios es una proliferación anormal de células capaz de destruir tejidos sanos. Si padeces de dolor de espalda, fatiga, has perdido peso, te llenas rápido al comer o hay cambios en tus hábitos intestinales, acude a nuestros expertos ginecólogos en Lima y chequea tu salud. Detectar este cáncer a tiempo te puede salvar la vida. La edad avanzada, factores hereditarios, antecedentes familiares, el sobrepeso, la endometriosis o el no haber estado embarazada nunca aumentan las probabilidades de desarrollar este mal, que ocupa el quinto lugar como causa de fallecimientos por cáncer entre las mujeres. El riesgo de padecer cáncer ovárico es de aproximadamente 1 entre 78. Pese a que la cifra ha ido disminuyendo en los últimos 20 años, nunca está de más acudir al ginecólogo.
No. Lo único que debes hacer es relajarte y confiar en la ginecóloga o el ginecólogo.
Este proceso no emite radiaciones que puedan poner en peligro tu salud. Se trata de un estudio ambulatorio y rápido para descartar enfermedades o ver el estado de tu bebé.
Es importante saber que el periodo de menstruación no afecta en el resultado. Aunque a veces se opta por ejecutar la prueba en un instante del ciclo en específico. De todas maneras, es mejor hacerle llegar la consulta al ginecólogo para saber en qué momento me conviene asistir a la evaluación. La comunicación entre el profesional y el paciente nunca debe romperse. Los resultados óptimos se consiguen al establecer un nexo entre ambos y estar cómodos desde el primer segundo. Así, la mujer de turno reavivará la confianza y las ganas de someterse a este procedimiento rápido.
Sí. Las relaciones sexuales durante el mismo día o un día antes del procedimiento no modifican el diagnóstico del mismo, pero sí es importante la higiene personal.
No tienes por qué sentir dolor. Se te pedirá que vacíes los líquidos de tu vejiga, de lo contrario, espera las indicaciones de tu ginecólogo. Te colocarás una bata y te quitarás las prendas de la parte inferior para mayor comodidad. Te recostarás en la camilla y flexionarás las rodillas. Esa es la postura adecuada. Con el pasar de los años, se ha extendido un mito entre las mujeres, que consiste en decir que la ecografía transvaginal provoca dolor. Por esta razón infundada, muchas mujeres tienen miedo de ir al ginecólogo y no logran prevenir enfermedades o monitorear el correcto desarrollo del embarazo.
No. Usted se echará boca arriba y se le colocará un gel transparente sobre la piel de su aparato reproductivo. Este gel solo ayuda a que las imágenes del equipo de ecografía se vean nítidas. Este proceso es ambulatorio. Cuando termine, regresará a casa o retomará sus labores acostumbradas.
Es una técnica segura e indolora que no tiene efectos secundarios ni para ti ni para el bebé, por si te encuentras en la etapa de gestación.
¿Qué esperas para aplicar este método por el bien de tu salud? Reserva una cita con nuestros mejores especialistas en ginecología en Lima y confía en nosotros para informarte sobre tu estado de gestación o algunos signos de enfermedades que te pueden hacer decaer con el pasar de los años si es que no las identificamos a tiempo.
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